Con la solemne función, del pasado domingo 11 en la parroquia, se puso fin a una nueva edición de los cultos de noviembre dedicados a Ntra. Sra. de la Soledad. Atrás quedaron tres días de
cultos iniciados por el santo rosario y el ejercicio del triduo para en palabras del predicador, el Rvdo. D. José Manuel Raposo Hernández, profundizar en la Soledad de María, en el simil de la
viuda que lo da todo, a pesar de no tener nada. Siendo muy grande su generosidad, pues a pesar de no tener nada, lo dió todo por nosotros, aferrada a la redención de su Hijo en la muerte de la
Cruz, tal como debemos hacer los cristianos.
Para la ocasión, la Virgen quedó emplazada en el altar mayor de la parroquia, ataviada con las mismas prendas que lució en su besamanos del 1 y 2 de noviembre, quedando todo el conjunto
flanqueado por dos arcángeles con bandas alusivas al dolor de la Virgen y como viene siendo habitual, la media luna, y la imagen de la Inmaculada del entrecalle del palio escoltada por los
faroles de la cruz de guía.
fotos: Manu Garrido y Juan Hernández